
Jeff Pasa Del Hambre A La Esperanza
Casi 50.000 millas de tela de araña interestatal a través de los Estados Unidos, entretejidas con otros cuatro millones de millas de calles y carreteras públicas. Todos los días, los 25 camiones y conductores de FTC Transportation, el principal transportista de Feed the Children, recorren el país entregando millones de kilos de alimentos y artículos de primera necesidad a nuestros miles de socios comunitarios.
Los conductores de FTC Transportation desempeñan un papel fundamental a la hora de hacer llegar sus donativos a las personas que más ayuda necesitan: uno de cada cinco niños de nuestro país sufre inseguridad alimentaria.
Todos los conductores están comprometidos con la misión de acabar con el hambre infantil, pero para Jeff Johnson, ayudar a los niños necesitados es una vocación personal.
"De niño sufrí inseguridad alimentaria", explica Jeff. "Cuando tenía entre cinco y ocho años, durante dos años y medio o tres. Recuerdo que a veces mi hermana y yo abríamos una lata de guisantes y la partíamos, y eso era lo que comíamos ese día.
"Recuerdo ir a las despensas de alimentos de las iglesias y organizaciones locales donde vivía. Con el tiempo, pudimos conseguir cupones de alimentos y tener comida en casa de forma rutinaria. Era una locura".
La lucha de cada familia contra el hambre es única. Jeff habla abiertamente de las circunstancias que contribuyeron a la inseguridad alimentaria en su juventud:
"Creo que mi madre tenía problemas mentales", dice. "No tomaba decisiones racionales, lo que rápidamente nos llevó a no tener dinero. Inició el divorcio, pero se escondía de todo el mundo, así que el Estado guardó sus cheques de manutención en depósito."
A pesar de los retos a los que se enfrentaba, Jeff rompió por sí mismo el ciclo de la pobreza y la inseguridad alimentaria. Acabó el instituto, fue a la universidad y se licenció, encontró trabajo y empezó a ascender en la empresa. Tuvo éxito, hasta que COVID sacudió su empresa y forzó los despidos. En lugar de una derrota, Jeff se tomó el despido como una oportunidad para encontrar un trabajo que le ofreciera estabilidad, tuviera una gran demanda y fuera algo que le gustara. Y descubrió que eso era conducir camiones.
"Cuando vas por la autopista, sin tráfico, te sientes como en una especie de zen. En el desierto, sin nadie alrededor", dice. "Es una sensación genial".
Sin embargo, Jeff no empezó su carrera como conductor en FTC Transportation. Un día, entre una tarea y otra, estaba haciendo un recado y vio un cartel de FTC Transportation. Pensando que estaría bien conducir para una empresa con sede cerca de casa, Jeff presentó su solicitud.
"Fue completamente al azar", dice. "FTC" y "Feed the Children": no me di cuenta hasta que entré en el sitio web. Solía ser voluntario de Feed the Children, pero es difícil serlo como camionero porque no puedes dedicar el tiempo habitual. Así que fue una gran oportunidad para mí poder hacer este trabajo".
En su segundo viaje, Jeff tuvo la oportunidad de ayudar en la distribución de alimentos de un socio comunitario y comprobar el impacto de su trabajo.
"La gente que vino a por comida estaba muy agradecida", dice. "Fue una gran experiencia. Estos eventos son increíbles, de verdad. Es felicidad todo el día".
Conducir para FTC Transportation es para Jeff un recordatorio de que los retos a los que se enfrentó su familia siguen existiendo para otros, y seguirán existiendo hasta que trabajemos colectivamente para acabar con el hambre infantil. Para los niños que sufren inseguridad alimentaria, su mensaje es el siguiente:
"Tus luchas no te definen", dice. "No te hace menos que otros niños. Es duro pasar por ello, pero cuando llegas al otro lado, hay esperanza. Puedes salir adelante. No va a durar para siempre".