
Niños hambrientos durante las vacaciones de primavera: Un problema real en EE.UU.
Imagina pasar nueve días sin comer. ¿Y si pasaras el mismo tiempo sin comer ni desayunar? Es una realidad para millones de escolares durante las vacaciones de primavera.
Uno de cada cinco niños estadounidenses no sabe de dónde vendrá su próxima comida. Es un problema de todo el año que a veces se alivia con comidas escolares gratuitas o a precio reducido. Casi 30 millones de niños de todo el país participan en el Programa Nacional de Almuerzos Escolares. Pero cuando llegan las vacaciones de primavera, esas comidas desaparecen. Para algunas familias, eso es un gran problema.
Las vacaciones de primavera tienen lugar en diferentes épocas según los distritos escolares, desde principios de marzo hasta principios de abril. Pero suelen incluir al menos una semana de vacaciones y los fines de semana que las rodean, lo que puede significar hasta nueve días sin clase... y nueve días sin la red de seguridad de las comidas gratuitas o a precio reducido.
Durante las vacaciones de primavera -y otras fiestas escolares como Acción de Gracias y Navidad- los padres sienten más el pellizco económico. Tienen que proporcionar comida extra a sus hijos.
"Tener comida suficiente es una de nuestras mayores preocupaciones", nos dice Ande. "Estoy segura de que lo es para todas las madres. Nadie quiere ver a su hijo pidiendo comida, como: 'Mamá, tengo hambre'. Es una de las cosas más desgarradoras".
"Puedo gastar $100 en una tienda de comestibles y salir sin apenas nada", dice Kim, madre soltera de dos hijos que trabaja. "Cuando mi nevera está vacía, me siento menos persona. Me quita confianza a la hora de ser madre, porque siento que hay un trabajo que tenía que hacer y que no he podido cumplir."
Y no se trata sólo del hambre física. Los niños que no comen lo suficiente pueden sentirse tristes, estresados o incluso avergonzados. Pueden tener problemas para concentrarse o disfrutar de su descanso porque les ruge el estómago y les preocupa de dónde vendrá su próxima comida. Además, nadie quiere sentirse excluido o diferente por no tener suficiente comida.
Una buena nutrición es también un pilar básico para que los niños crezcan fuertes y sanos. Numerosas pruebas demuestran que incluso una inseguridad alimentaria mínima puede ser un factor significativo de mala salud infantil. Problemas de salud como el asma, la obesidad infantil y la diabetes pueden estar asociados a la inseguridad alimentaria y provocar problemas de por vida.
Tu apoyo marca una gran diferencia para los niños hambrientos durante las vacaciones de primavera y más allá. Tu bondad no sólo llena los estómagos vacíos, sino que también levanta el ánimo y da esperanza a las familias. Juntos podemos contribuir a que ningún niño se vaya a la cama con hambre en todo el año.