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un niño al aire libre cerca de árboles y arbustos

Los sueños de Dhatia

En una casa de dos habitaciones con tejados de barro, en una pequeña aldea agrícola situada al pie de las montañas Uluguru, una niña sueña con su futuro.

Dhatia, de 12 años, vive en la región tanzana de Morogoro con su madre, su padre y su hermana pequeña. Es una zona rica en vida: las montañas albergan más de 100 especies únicas de plantas y animales, y la agricultura es el motor económico dominante. Por desgracia, la abundancia natural de la región no siempre se traduce en una vida fácil para sus habitantes humanos. En Tanzania, 57,1 por ciento de la población vive en la pobreza y Morogoro no está exento.

Hamidu, el padre de Dhatia, es agricultor. Es un trabajo que requiere mucha mano de obra, y rara vez está en casa con la familia, salvo para comer y dormir. Su madre, Rehema, tiene un pequeño negocio que le reporta unos ingresos adicionales de unos 60.000 chelines tanzanos -el equivalente a $24 USD- al mes.

A las 6 de la mañana, Dhatia se levanta para empezar el día: primero, ayuda a su madre a limpiar y ordenar la casa. Luego se baña y empieza a caminar hacia la escuela, a la que llega a las 7. Durante el día, participa en las clases -matemáticas y educación cívica son sus favoritas- con un descanso a mediodía para jugar con sus amigos y merendar.

Cuando acaba el colegio, Dhatia vuelve a casa para ayudar a su madre a cocinar. Su padre también regresará a casa para comer con la familia antes de volver a sus campos.

"Los veo trabajar tan duro para poder mantenernos", dice Dhatia. "Esto me hace querer estudiar mucho para poder ayudarles en el futuro".

Dhatia es excepcionalmente brillante. Es la primera de su clase, de 62 alumnos, y su ambición es convertirse en profesora y educar a otras mentes jóvenes y brillantes. Este futuro, y los sueños de Dhatia, han sido posibles en gran parte gracias a tu apoyo.

Vuestras donaciones han permitido añadir una nueva aula a la escuela de Dhatia. Si te preguntas por qué un aula marca la diferencia, pregúntaselo a Dhatia:

"Ahora tenemos más tiempo para aprovechar las clases para estudiar en lugar de que los distintos cursos se turnen para estudiar entre las pocas aulas que teníamos", explica.

No hay que subestimar la importancia de un entorno de aprendizaje: ¡pregúntale a cualquiera que haya tenido que cambiar a la educación en casa durante la pandemia de COVID! Un aula puede ser de gran ayuda para que los niños se mantengan en la senda del éxito educativo.

Pero esa no fue la única mejora. Además de la nueva aula, tu ayuda ha añadido a la escuela un depósito de agua y un sistema de recogida de agua, así como lavamanos para los alumnos. La mejora de la higiene mejorará la salud de los alumnos y reducirá las pérdidas de aprendizaje por enfermedad. Antes, los alumnos tenían que dejar de estudiar para ir a buscar agua si la necesitaban durante el día. Ahora la tienen a mano, y Dhatia y sus compañeros pueden concentrarse en aprender.

Dhatia tendrá que superar más retos en la vida: eso forma parte del crecimiento. Pero ahora esos retos serán más justos. Ningún niño debería tener que preocuparse por algo tan simple como el agua a la hora de recibir una educación. Y los sueños de Dhatia pueden seguir creciendo.

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