
La aspiración de Alejandra
Alejandra acaba de empezar el primer curso. Está inscrita en los programas de Feed the Children desde que tenía 2 años. Su familia vive en Ducuali, una pequeña comunidad ribereña en la región noroeste de Nicaragua. El padre de Alejandra trabaja como bombero voluntario. Su madre es licenciada en estudios sociales y subdirectora de la escuela local.
La familia vive en una casa de ladrillo de dos habitaciones, con techo de chapa y suelo de cemento. Alejandra y sus dos hermanas mayores duermen en una habitación y sus padres en la otra. El cuarto de baño está justo a la derecha de la casa; no tiene techo y está cubierto con láminas de plástico. En el patio delantero hay un pequeño jardín donde a Alejandra le encanta jugar con su muñeca favorita, Princesa.
Aunque sólo tiene 6 años, Alejandra tiene grandes sueños. Quiere ser maestra y seguir los pasos de su madre. Gracias al apoyo de Feed the Children, recibe mochilas, material escolar, vitaminas, juguetes, zapatos, comidas escolares y medicación antiparasitaria preventiva. Se trata de una gran ayuda, ya que los padres de Ducuali a menudo tienen dificultades para proporcionar a sus hijos todo lo que necesitan para asistir a la escuela.
La mañana de la familia empieza antes del amanecer. Alejandra se levanta a las 5 de la mañana. La familia desayuna junta, normalmente tortillas, huevos y frijoles. Camina con su madre y sus hermanas hasta la escuela, unos 20 minutos. La escuela termina justo después del mediodía. Alejandra pasa la tarde jugando con sus hermanas, haciendo los deberes y ayudando en casa. Como es tan pequeña, no tiene muchas tareas; da de comer a las mascotas y a veces hace recados para su madre.
En Ducuali, los programas de Feed the Children están permitiendo que niños como Alejandra permanezcan en la escuela y terminen sus estudios. Los padres suelen sacrificarse para enviar a sus hijos a la escuela, y los niños a veces abandonan sus estudios a una edad temprana para poder trabajar en el campo. Mediante el suministro de uniformes, material escolar, zapatos y apoyo comunitario, Feed the Children hace posible que más familias inviertan en el futuro de sus hijos.
La madre de Alejandra nos dijo: "Nos sentimos bendecidos porque ambos tenemos una fuente de ingresos, sin embargo hay momentos en los que no podemos cubrir todos los gastos de nuestros tres hijos. La organización (Feed the Children) nos ayuda apoyando a los niños de la comunidad. Como madre estoy muy contenta y agradecida con los programas de Feed the Children. Tengo fe en que mi hija siempre tendrá comida en la mesa".