
Dedicación de DeeDee
"Mi mayor temor es que cada vez que salen por la puerta, tengo miedo de que les disparen debido a la violencia. Aquí siempre hay tiroteos".
DeeDee vive en un barrio inseguro con sus tres hijos. El más pequeño nació con una discapacidad que requiere corrección quirúrgica. Para DeeDee es difícil compaginar el trabajo, el cuidado de los niños y las citas médicas. Ya se ha perdido orientaciones laborales porque su hija tenía que ir al médico. Por mucho que trabaje, sólo tiene veinticuatro horas al día y las cosas se le escapan de las manos.
No hay dinero suficiente para cubrir todas sus necesidades, así que DeeDee hace sacrificios. Los niños necesitan ropa y material escolar, o los mandan a casa. Tienen que comer, así que la comida es una prioridad. A los niños de DeeDee no les faltan comidas, pero ella ya ha pasado dos semanas sin comer para hacerlo posible. Parece que siempre falta algo.
"He llegado al punto de no tener comida en casa, y cuando te quedas sin el último paquete de comida, o un paquete de carne, o tu última conserva, es realmente duro. Es una lucha".
DeeDee es una madre vigilante. Vigila de cerca a sus hijos, porque su casa está en un camino utilizado por traficantes de drogas, alcohólicos y adictos al crack. Los niños no pueden hablar con extraños, porque a DeeDee le preocupan las malas influencias. Quiere lo mismo que todas las madres: que su familia esté a salvo.
Elijah's Heart es un socio comunitario de Feed the Children que se dedica a ayudar a niños desfavorecidos y a sus familias proporcionándoles ayuda contra el hambre, y DeeDee y su familia han recibido ayuda de ellos cuando los tiempos eran difíciles. Durante el verano, los hijos de DeeDee trabajan como voluntarios en la organización.
DeeDee cree en devolver a la comunidad y ayudar a los menos afortunados, y sus hijos también han absorbido esos valores. Ricky, el hijo de 10 años de DeeDee, siente un amor especial por ayudar a los demás. Nos dijo: "Me gusta ver sonrisas en la cara de la gente. Me gusta alegrarles el día. Cuando soy voluntario, pienso en la cantidad de veces que ayudo a mucha gente. Porque a veces, cuando soy voluntario, hablo con algunas personas y les digo: que tengan un buen día, y si están pasando por algún mal momento, pueden pasarlo".