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Una joven de pie al aire libre frente a un campo

La salud de Maureen

Maureen tiene 3 años. Vive en la aldea de Makwale, en el distrito de Karonga, al norte de Malawi. La carretera a su aldea está llena de baches y polvo, y la población más cercana está a unos 60 kilómetros. La aldea de Makwale está rodeada por otras 5 aldeas, y todos los niños en edad preescolar aprenden juntos en el cercano Centro de Atención Comunitaria.

La mayoría de los habitantes del pueblo son agricultores y pescadores. Dina, la madre de Maureen, nos contó que el año anterior la aldea apenas pudo cosechar alimentos suficientes para todo el año, porque no obtenían ingresos suficientes para comprar fertilizantes. Durante ese tiempo, su familia sólo podía permitirse una comida al día.

Cuando Maureen tenía año y medio, estaba desnutrida como consecuencia de esta pobreza constante. Enfermaba todas las semanas. Dina temía que su hija se estuviera muriendo y caminaba todos los días hasta el hospital para recoger una fórmula nutricional especial para ella.

Cuando el proyecto Tiwalere II llegó a la aldea de Makwale, Feed the Children introdujo a 20 miembros de la aldea en el Programa de Ahorro y Préstamo. A través de este programa, los miembros del grupo recibieron formación sobre cómo ahorrar dinero, gestionar las finanzas y ganar intereses. El proyecto Tiwalere II también ofreció formación en técnicas agrícolas modernas, lo que permitió a los agricultores aumentar el rendimiento de sus cosechas.

Dina participó en el programa Village Savings and Loan y, gracias a ello, su familia está prosperando. Ahora crían cabras y pollos, y Dina está ampliando sus campos para ganar más dinero el año que viene. La familia de Dina puede incluso mantener a sus parientes con los alimentos que les sobran.

La vida en la aldea de Makwale está mejorando. Más de 100 niños están ahora matriculados en el Centro de Atención Comunitaria. Maureen está creciendo fuerte y sana. Está aprendiendo a leer libros ilustrados junto con sus compañeros. Maureen nos contó que le encanta comer arroz con pollo todos los domingos, un cambio total respecto a hace un año y medio, cuando sufría las punzadas de la desnutrición. Gracias a la implicación de Feed the Children con Tiwalere II, y gracias a la implicación de su madre con el programa Village Savings and Loan, Maureen tiene por delante una infancia feliz y sana.

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