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Un niño frente a una casa con plantas

La determinación de Daisy Mae

Al igual que la flor que le da nombre, Daisy Mae es conocida por arrancar sonrisas a todo el que la conoce. A sus 9 años, es la benjamina de su familia, que vive en el distrito filipino de Canapnapan. La gente es testigo de su espíritu divertido cuando juega al escondite o al pilla-pilla. Y se ríe especialmente fuerte cuando chapotea bajo la lluvia. 

A pesar del comportamiento exterior de Daisy Mae, la vida ha sido dura para su familia.  

Su padre es carpintero. En los buenos tiempos, cada vez menos frecuentes, su padre trabaja lo suficiente para traer a casa unos $30 a la semana. Otras semanas, su padre no encuentra trabajo y no trae nada a casa. Cuando eso ocurre, la familia sufre. Sus padres apenas tienen para alimentar a toda la familia y no pueden permitirse nada más. 

"Es muy difícil. Hay veces que comemos muy tarde, y tampoco tenemos lo necesario para la escuela, como mochilas y papeles", dice Daisy Mae. 

Niño con camisa rosa de pie en el interior

Su madre admite que estira la comida para que todos sus hijos tengan algo que comer, pero sabe que no es suficiente para que crezcan fuertes y tengan energía para la escuela.  

Incluso cuando los tiempos son difíciles y no hay mucho que comer, a Daisy le encanta ir a la escuela. Está en cuarto curso, y hay días en que el camino a su escuela está embarrado y casi arrasado. Eso hace que algunos niños se queden en casa, pero no a esta niña tan decidida. A ella no le importa ensuciarse un poco si eso significa pasar tiempo aprendiendo algo nuevo. 

Cuando Feed the Children llegó a la comunidad, la escuela se volvió aún más emocionante para Daisy y sus compañeros. Los generosos donantes han hecho posible que los niños reciban una comida nutritiva todos los días, material escolar y mucho más. El programa incluso ofrece una sorpresa especial durante las vacaciones que Daisy Mae espera con ilusión todo el año. 

"Me gusta ir a la escuela gracias a Feed the Children. Nos dan muchas cosas como bolsas, cuadernos, lápices y zapatos. También me siento emocionada y feliz durante la fiesta de Navidad por los muchos juegos y comidas." 

Los miembros de la comunidad y los padres de Daisy afirman que participar en el programa Feed the Children les ha hecho sentirse importantes y necesarios, y les ha dado esperanzas de un futuro mejor.  

A Daisy Mae, el programa no sólo le ha hecho sonreír, sino que le ha permitido soñar a lo grande. Daisy ha decidido que un día quiere ser enfermera para ayudar a los demás, igual que le han ayudado a ella los donantes de Feed the Children. 

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