
La lucha de Dezmond contra el hambre
Cómo un niño se hizo hombre en el camino menos transitado.

La vida en Buffalo
"Crecí en un barrio donde había tiroteos cada dos días y violencia por todas partes, bandas haciendo cosas", dice Dezmond. "Al crecer, fue una lucha encontrar esas pequeñas cosas que me impedían ir por el mal camino".

Dezmond tenía cinco años cuando subió por primera vez al autobús que le llevaba al Kidz Club, un popular programa extraescolar y de verano para niños de la conflictiva zona oeste de Búfalo (Nueva York). Kidz Club está dirigido por el Buffalo Dream Center, uno de nuestros antiguos socios comunitarios.

Lo que empezó como una forma de conseguir caramelos gratis se convirtió en algo más grande para Dezmond a medida que se implicaba más con el Dream Center y su comunidad. "Cuando llegué a la adolescencia, empecé a ver la necesidad que había en Buffalo y quise implicarme y ayudar en todo lo posible. "

La madre de Dezmond lo hizo lo mejor que pudo al frente de un hogar como madre soltera con seis hijos, pero él no creía que fuera a pasar de los 20 años.
Para no meterse en líos, ayudó a la despensa móvil de alimentos a hacer entregas durante su adolescencia. No pasó mucho tiempo antes de que los pastores Eric y Michelle Johns lo contrataran como miembro del personal.

"Quiero asegurarme de que la gente no tenga que sentir lo que yo sentía cuando era niño, cuando a veces no sabía si íbamos a tener la cantidad adecuada de comida para cinco niños, y una madre soltera intentando cuidar de su familia", nos dijo Dezmond.
Superando muchos obstáculos que se le presentaron durante su infancia, Dezmond dirige ahora el Centro de Ayuda del Buffalo Dream Center con su esposa Emilie, que es también hija del pastor Eric. Habiendo recibido ayuda él mismo, Dezmond encuentra especialmente gratificante su trabajo diario de retribución.
"Dezmond es un hombre muy trabajador. Le apasiona la gente en el ministerio y en nuestra familia. Siempre antepone nuestras necesidades a las suyas", dice Emilie, la esposa de Dezmond.

Juntos, Dezmond y Emilie sirven a las familias necesitadas de su comunidad del centro de la ciudad con algo más que alimentos. Además de los comestibles que reciben, también les proporcionan artículos de primera necesidad, como desodorantes, papel higiénico, colchones, productos de higiene femenina y otros.
La historia de Dezmond es sólo una de las muchas que demuestran cómo las donaciones pueden tener un enorme impacto a la hora de cambiar la trayectoria vital de un niño. Gracias a todos nuestros increíbles donantes que han ayudado a los niños a prosperar.