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Un niño con las manos en alto al aire libre

La nueva escuela de Innocent

Innocent se despierta cada mañana con el canto de los gallos. Son su despertador, y su sincronización es perfecta. Le da el tiempo justo para vestirse y caminar hasta la escuela en su barrio a las afueras de la ciudad de Gulu, en Uganda.  

Hace sólo unos meses, este niño de 7 años tenía que despertarse una hora antes. Su colegio no estaba cerca, a unos tres kilómetros de su casa.  

"Solía llegar tarde a la escuela por la larga distancia que tenía que caminar", dijo.  

A Innocent y a sus hermanos tampoco les iba bien en el colegio. Muchas veces, estaban tan cansados del paseo y del madrugón que no podían concentrarse en clase. 

"La escuela estaba muy lejos para mis hijos, y esto solía preocuparme mucho porque los veía luchar a diario", dijo Michael, el padre de Innocent. 

Un niño junto a su casa con una cesta

Como la escuela estaba tan lejos, muchos de los niños más pequeños de la comunidad no iban, la distancia era demasiado grande. Los padres dejaban a sus hijos en casa hasta que se sentían con fuerzas para soportar el largo camino. 

Resultado de ello: los niveles de alfabetización de la zona eran muy bajos y las tasas de abandono escolar elevadas. Pero ahora todo eso ha cambiado para Innocent y sus vecinos gracias a donantes como usted. 

Con su ayuda y debido a la necesidad de la zona, Feed the Children abrió un centro de alimentación y una escuela primaria en la comunidad de Innocent. A los niños que, como Innocent, recorrían grandes distancias para ir a clase, los trasladaron inmediatamente. Y los niños que no iban porque no podían hacer el trayecto a pie, empezaron a ir a la escuela.   

"Ahora llego pronto a la escuela porque mi colegio está cerca", dice Innocent. 

Un niño sonriendo al aire libre mirando a cámara

Otro beneficio para Innocent es que ahora recibe material escolar, lo que ha quitado un gran peso de encima a sus padres.  

"El material escolar entregado a Innocent ha reducido una enorme carga, permitiéndome ocuparme de sus otras necesidades", dijo la madre de Innocent, Concy. 

Innocent y sus compañeros también desayunan y almuerzan en la escuela. La comida ayuda a los alumnos a mantenerse sanos y preparados para aprender cada día, y es un incentivo para que los padres envíen a sus hijos a la escuela. Las comidas han mejorado incluso los índices de asistencia y permanencia en la escuela. 

Además, la comunidad disfruta de agua potable limpia y segura, gracias a tu ayuda. Feed the Children perforó un pozo junto a la escuela, y ha contribuido a reducir las tasas de enfermedades transmitidas por el agua en la zona. 

La familia de Innocent y toda la comunidad están ahora más implicadas en la educación de sus hijos. La escuela ha traído nueva vida a la comunidad y la esperanza de un futuro mejor para las nuevas generaciones. Y todo gracias a ti. 

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