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Un niño pequeño sentado en una manta en el suelo

Recuperación de Anyeli

Anyeli encarna lo que todo el mundo adora de los bebés: tiene las mejillas grandes, los dedos regordetes y la barriga redonda. Pero hace ocho meses, la situación de esta niña era muy distinta. 

Anyeli y su familia viven en Palencia, Guatemala. Es un pueblo montañoso con carreteras en su mayoría de tierra. La agricultura es su principal medio de vida. Como el éxito de la agricultura puede depender de muchos factores, muchos miembros de la comunidad no tienen ingresos estables. 

La familia de Anyeli no es diferente. Su madre, Aura, y su padre, Gilmar, tienen tres hijas además de Anyeli. Hacen lo que pueden, pero alimentar a sus hijos siempre ha sido difícil.  

Anyeli nació prematura y, por mucho que Aura la alimentara, no ganaba peso. Afortunadamente, la familia pudo recurrir a un programa de Feed the Children que acababa de ponerse en marcha en su comunidad. 

"Cuando tenía tres meses, la llevé a una clínica de control del crecimiento de Feed the Children. Me dijeron que tenía bajo peso y que corría riesgo de desnutrición aguda", cuenta Aura. 

Fue una noticia aterradora. 

Lo que Aura no sabía en ese momento era la ayuda que ella y Anyeli iban a recibir, gracias a donantes como usted. El programa Feed the Children ofreció servicios integrales, no solo en ese momento, sino durante meses.  

En primer lugar, Anyeli recibió un suplemento alimentario vital para niños desnutridos. La familia también recibió revisiones periódicas en la clínica y en su casa para seguir de cerca la recuperación de Anyeli.  

Anyeli en brazos de su madre con un miembro de "feed the children".

La ayuda no fue sólo para la pequeña Anyeli. Aura y Gilmar recibieron educación sobre nutrición, higiene y finanzas. Además, hubo asistencia para el resto de los niños de su familia. 

"Han recibido apoyo en la escuela con mochilas y material escolar. También reciben un almuerzo caliente todos los días. También se benefician de una mejor higiene y buenas prácticas de alimentación en el hogar, algo que aprendimos en nuestro Grupo de Atención", dice Aura. "Estoy muy agradecida por lo que se ha hecho por mi familia". 

Hoy, Anyeli y sus hermanas están alegres y sanas. Les encanta jugar entre ellas, y a Anyeli le encanta bañarse solo para poder salpicarlas.  

Anyeli en brazos de su hermana

"Ahora vivimos en un hogar más sano, nuestra casa está más limpia, nuestras hijas enferman mucho menos a menudo y Anyeli crece bien y es feliz", nos dijo Aura. 

Igualmente importante es que la familia cree en un mañana mejor gracias a la generosidad de nuestros donantes. "Creemos que nuestros hijos tendrán un futuro mejor", afirma Aura. 

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