
Cinco maneras de prevenir el resbalón estival
Cuando pensamos en el verano, pensamos en días sin preocupaciones. Para muchos estudiantes es así. Pero los estudios demuestran que eso tiene su lado negativo.
Según el Proyecto Ampliado de Aprendizaje y Actividades Extraescolares, la mayoría de los niños pierden unos dos meses de conocimientos matemáticos cada verano. Además de la pérdida de conocimientos matemáticos que sufren la mayoría de los escolares, los estudiantes con bajos ingresos también pierden más de dos meses de lectura.
El declive de estas habilidades críticas se denomina "summer slide" o "pérdida de aprendizaje en verano". Cada otoño, los profesores deben dedicar un par de meses a recuperar el ritmo de su clase antes de empezar a enseñar material nuevo.
Más información sobre el resbalón estival.
Como padre o cuidador de niños en edad escolar, hay algo que puede hacer para asegurarse de que sus hijos no pierdan tanto durante las vacaciones de verano. He aquí cinco formas de frenar el resbalón estival:
Deje que su hijo siga leyendo. Los niños no sacarán tanto provecho de la lectura veraniega si no la disfrutan, así que déjeles leer lo que quieran. También es divertido alejar la lectura del escritorio: deje que sus hijos se entretengan en el patio, en su cama o en el suelo. Lleva a los niños a la biblioteca siempre que puedas para que exploren lo que hay por ahí. Y si se va de viaje en verano, pídale a su hijo que lleve uno o dos libros en la maleta. Por último, regale a su hijo un rato de lectura individual con usted. Léale a su hijo, aunque sepa leer solo. No sólo es un momento para estrechar lazos, sino que leer a los niños les permite disfrutar de una historia de una forma diferente.
Descargar este registro para hacer un seguimiento de la lectura de su hijo.

Diviértete con las matemáticas Hay un montón de campamentos de verano que utilizan las habilidades matemáticas como la robótica o los campamentos espaciales, pero si eso no entra en tu presupuesto, ¡no te preocupes! Las matemáticas están en todas partes. Encuentra la manera de añadir retos matemáticos a tus actividades diarias. Para los más pequeños, cuenta manzanas o galletas. Lee los números de las señales. Deja que cuenten las monedas de sus huchas. Para los mayores, deja que horneen un dulce, prestando atención a las fracciones mientras miden. O pídeles que calculen el volumen de agua de una piscina local. También puedes dejar que los adolescentes planifiquen un viaje fijando un presupuesto, calculando los gastos de gasolina o calculando la distancia entre destinos.
Sal de casa. No hace falta que vayas muy lejos. Los expertos han descubierto que las nuevas experiencias estimulan el cerebro y favorecen el aprendizaje. Visite un lugar histórico de su zona o un lugar determinado inspirado en los libros que han leído sus hijos. Echa un vistazo a los museos locales: muchos tienen días gratuitos o con precios reducidos durante el verano. También puedes llamar a la televisión o la radio locales para ver si ofrecen visitas guiadas. Incluso una excursión al parque puede despertar un nuevo interés en su hijo.
Usa la imaginación. Los educadores han descubierto que los niños que utilizan la imaginación también tienen mejor vocabulario. Puede parecer que tus hijos no están aprendiendo nada cuando utilizan tijeras, cartulina y pegamento, pero están utilizando habilidades conocidas y desarrollando otras nuevas. Dales tiempo para que imaginen, ya sea dibujando, escribiendo, actuando o construyendo algo con bloques.
Descargar este libro de actividades para despertar la imaginación de su hijo.

Hazte voluntario. Aunque los efectos del voluntariado no se aprecian en los resultados de ningún examen, sus beneficios pueden influir en el éxito del aprendizaje. Cuando los alumnos hacen voluntariado, trabajan habilidades sociales como la confianza en sí mismos y adquieren una gran experiencia profesional. Piensa en los intereses de tu hijo y busca una organización local que ofrezca oportunidades de voluntariado acordes.
Más información sobre el voluntariado en Feed the Children
Un pequeño aprendizaje en verano puede ser muy útil en otoño. No tiene por qué ser algo formal y forzado. Deja que tus hijos disfruten del verano y, al mismo tiempo, enciendan sus cerebros.