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Su donación se multiplica por 8
Cada dólar que donas a Feed the Children se multiplica en una abundancia de esperanza, transformándose en alimentos y artículos de primera necesidad por valor de ocho dólares para los necesitados. Es un testimonio del poder de la compasión colectiva, donde las donaciones en especie amplifican el impacto de tu generosidad.
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La determinación de Daisy Mae
Al igual que la flor que le da nombre, Daisy Mae es conocida por arrancar sonrisas a todo el que la conoce. A sus 9 años, es la benjamina de su familia, que vive en el distrito filipino de Canapnapan.
La historia de May y William
"Recibir ayuda así nos da esperanza, porque significa que todavía hay gente buena en este mundo", nos dijo William. "Habríamos perdido nuestra casa y acabado en un albergue para indigentes. Nos ayudasteis en nuestro momento más bajo. Gracias".
La resistencia de Clint
"Soy un marine de Vietnam, licenciado con honores", dice Clint con orgullo, y añade: "¡Oorah!".
Tras su paso por los Marines, Clint trabajó una temporada como policía antes de mudarse a Miami en 2021. "Lo he pasado mal", admite.
La gratitud de una adolescente: La historia de Jaida
Ser adolescente es duro por muchas razones. Jaida tiene 15 años y debería estar preparándose para conducir y pensando qué se va a poner para el próximo baile del colegio. Pero su vida no ha sido típica ni fácil en los últimos dos años.
La lucha de Dezmond contra el hambre
Dezmond tenía cinco años cuando subió por primera vez al autobús que le llevaba al Kidz Club, un popular programa extraescolar y de verano para niños de la conflictiva zona oeste de Buffalo (Nueva York).
El cuidador a tiempo completo
Nada más conocer a Annika, se percibe su amor y positividad por sus hijos, su comunidad y su vida. Su devoción y optimismo irradian a quienes la rodean, como se ve en el espíritu de sus dos hijas.
Éxito para el futuro de Leah
"La vida aquí en Kiluvya es un reto. Mis padres trabajan duro con varios negocios sólo para llevar comida a la mesa. A veces, si no podemos permitirnos comprar comida para el almuerzo, tomamos gachas y algunos bocadillos que nos dan en la escuela."
La aldea de Sukhery ayuda a sus futuros líderes
"Mi vida es un gran reto aquí en el pueblo, y con la falta de dinero es bastante difícil tener éxito. La mayoría de los estudiantes de aquí no pueden permitirse ni dos comidas al día"
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